#VaSinFiltro
Dos escándalos rodean la reputación del subdirector administrativo de RTV, Enrique Ávila Contreras y el tenis. Primero por andar de lucidito en el Abierto Mexicano en Acapulco fuera de periodo vacacional y gastándose un pastizal.
Y el lunes, minutos antes de la inauguración del Abierto de Xalapa en el Club Britania recibió su dosis de «ubicatex» por andar de «Juan Camaney» peleando por un cajón de estacionamiento.
Acompañado por una dama, el trabajador de RTV se bajó de su automóvil y retó a golpes a un individuo, que aguantó insultos y retos, pero todo tiene un límite.
«Quique» tal vez pensó que había intimidado al adversario y no contaba con que bajaría de su unidad.
Ni las manos metió. Se comió el primer y único golpe que lo mandó de nocaut, con la boca más abierta que instantes previos y tinta en sangre, además de sometido sobre su auto.
Ávila Contreras debe dar gracias a los dioses que llegaron personas a calmar al joven varón porque de lo contrario lo habría dejado maltrecho.
Lo que no se vale es romper el código de la calle, el del tiro directo, porque después de traer rota la boca que lo metió en problemas quiso llamar a la policía y se quejó de las acciones de su adversario cuando el provocador fue él y ante cualquier duda están las cámaras de seguridad del Club Britania.
La lección para «Quique» es que lo que dices con la boca hay que sostenerlo con los…
¡Saludos!
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